HERNIAS

Las hernias o sacos hernarios, son orificios (o lesiones) que se producen cuando los tejidos que se encargan de proteger la cavidad abdominal se debilitan y se rompe. En consecuencia los órganos del área afectada salen por el orificio, lo que produce un gran dolor y molestias en las personas que las padecen.

Existen muchos tipos, entre las más comunes están: la umbilical, inguinal, femoral, incisional, epigástrica y la hiatal. Aunque existen diversos tipos de hernias y cada una cuenta con características propias de acuerdo con lugar en la que se encuentre, una de las más comunes entre el género masculino es la Inguinal. Se genera cuando las personas realizan movimientos bruscos acompañados del levantamiento abrupto de un peso considerable.

Cuando los pacientes tienen hernias pueden sentir dolor intenso en la zona afectada. Específicamente, la molestia viene acompañada de la presencia de una protuberancia que se percibe a simple vista y vómitos en la mayoría de los casos.  

• Bypass gástrico
• Manga gástrica
• Derivación gástrica
• Banda gástrica ajustable (que ya no se aplica)
• Cirugía de revisión bariátrica. Para aquellos pacientes que no tuvieron los resultados esperados previamente en su primera intervención bariátrica.

Cuando las hernias se producen se tiene la probabilidad de que el tejido comprometido quede fuera del área normal, y al mismo tiempo, sufre cambios en su forma al tener que pasar por un orificio.

Al estar encarcelada, el saco hernario puede sufrir estrangulamiento, lo que impedirá el paso fluido de la corriente sanguínea, trayendo como consecuencia, al no ser tratada, la muerte del tejido lo que deriva en una potencial causa de muerte del paciente.

Ante el diagnóstico de una hernia es indispensable aplicar las técnicas correctivas certeras y así lograr que el paciente retome su actividad regular. El tratamiento efectivo para corregir esta anomalía es la cirugía. Existen dos tipos, la clásica y por laparoscopía.

Las hernias pueden tener diferentes orígenes, entre ellos: hacer esfuerzo excesivo, sufrir estreñimiento crónico, fibrosis quísticas, estornudos crónicos, entre otros.

Las hernias no tratadas pueden estrangularse causando fallos en el funcionamiento del órgano afectado, incluso necropsia del mismo y la potencial muerte del paciente.

Al momento de hacer la cirugía se localiza el área afectada, se realiza una incisión y se extrae el saco hernario, o en algunos casos se reintroduce nuevamente para proceder a cerrar la abertura debilitada con sutura.

La cirugía es la forma efectiva de eliminar las hernias. Los cuidados post operatorio son indispensables para una recuperación satisfactoria del paciente que ha pasado por un procedimiento de esta magnitud.

• Tengan una alimentación en la que se introduzcan alimentos altos en fibra, con el propósito de evitar el estreñimiento.
• En el caso de tener sobrepeso, es preciso tomar las medidas correctivas y así eliminarlo de forma segura para que el área abdominal no se debilite.
• Realizar ejercicios, por un mínimo de 3 veces a la semana para que los músculos de la pared abdominal se fortalezca.
• Evitar levantar objetos muy pesados sin las medidas de seguridad necesarias.
• Eliminar el consumo de tabaco y alcohol en exceso.

El saco hernario es la porción que contiene vísceras abdominales en su parte interior. Está compuesta por grasa subcutánea, músculos y piel.

Se forma cuando los órganos traspasan el tejido debilitado por el cual se produce la hernia. Es una porción que puede contener tejido interno y que debe corregirse a la brevedad posible para evitar daños mayores.

Dentro de una hernia se pueden encontrar, además de los tejidos de los órganos comprometidos. Restos de la masa sebácea, así como las células musculares. 

La hernia inguinal debe ser reparada mediante un procedimiento quirúrgico, en donde, no solo se reintroduce las vísceras sino que se reestructura la fisura y el paciente retoma sus actividades regulares posteriormente.

En general todas las hernias tienen un factor alto de riesgo, y la que potencialmente es mortal es aquella que se estrangula, por lo que es preciso que el paciente tenga atención médica inmediata. 

Si la hernia no es de gran tamaño y no entorpece las actividades regulares del paciente, este puede mantener una vida promedio normal. Solo el especialista podrá dar este diagnóstico y en el caso de que lo refiera se puede llegar a un procedimiento quirúrgico.

Cuando el paciente presenta severos síntomas y su actividad diaria se compromete, debe acudir de inmediato al especialista para que se corrija la afección.

Las eventraciones son consecuencia de la mala cicatrización de una herida y por lo cual se fisura la misma, lo que deja paso a que salga por ella el saco visceral. Debe ser corregida para evitar daños mayores.

Las eventraciones, al igual que las hernias, deben ser corregidas de manera quirúrgica. Se reestructura la herida fisurada y se coloca todo en su respectivo lugar.

Al igual que una hernia regular, las eventraciones pueden causar falta de irrigación sanguínea en  los órganos que se comprometen en las mismas. Por tal razón, es preciso corregirlas a tiempo.

La diferencia entre una y otra es que la primera es la derivación de una fisura en una herida previa. En el caso de las hernias, se trata de la ruptura del tejido a consecuencia de la debilidad muscular o de las células del tejido.

Conocida también como hernia incisional, la eventración se debe corregir para que el tejido retome su estado de cicatrización regular y se una el tejido comprometido.

Por lo regular, las eventraciones no presentan síntomas prominentes con los cuales el paciente pudiese detectar que las padece. Sin embargo, crean algunas molestias cuando el intestino se dilata.

Una de las formas de evitar que ocurran las eventraciones es colocando una malla al momento de realizar la cirugía. Para los pacientes de alto riesgo es imprescindible.

Para determinar si un paciente presenta una eventración se debe realizar un examen exhaustivo en el que se incluyan ecografías abdominales. Algunas se presentan como bolsas prominentes que salen del abdomen y son evidentes.

La cirugía por laparoscopia para corregir las eventraciones suelen durar entre una a dos horas. Al ser un procedimiento sencillo se puede realizar en poco tiempo.

Los cirujanos generales son los encargados de corregir las hernias y eventraciones que pueda presentar un paciente.